Mark Frenzzy, Vida de un huerfano

Mi nombre es Mark, nací en Rusia, San Petersburgo, huérfano de una madre quien murió durante mi parto, y de un padre que nunca conocí, me contaron que fue un drogadicto, sus andanzas y riñas por las calles lo llevaron a su muerte. Jamás supe la fecha exacta cuando mi madre me dio a luz, solo se que tengo 27 años.

Fui acogido en un orfanato, las monjas propusieron celebrarme mis años en la fecha de navidad, para ahorrar un regalo mas, jamás celebre un cumpleaños, ya que no tenia amigos, era un chico muy serio. Cuando cumplí los 10 años entonces, me adopto un español de nombre Diego Frenzzy de 47 años en ese momento, era un tipo que aparentaba ser mas joven, era fornido, con un gran carisma .Los años pasaron, y la amistad con mi padre adoptivo cada vez se hacia mas fuerte, contaba con mucho dinero, viaje mucho con él, hasta los 15 años, conocí bastante del mundo, desde entonces que me encanta leer, y aprendí tan bien el español como el ruso.

Un día, mi padre adoptivo, me cuenta quien es realmente, Mark me dice, mi pasado es oscuro, yo entrenaba para una agencia de asesinos a sueldo, era uno de los mejores, es por ello de mi gran fortuna, se que no llegare a los 60 años, me eliminaron de la agencia, por que mi identidad fue filtrada, otros asesinos enviados por mafias me buscan, de las cuales mas de un miembro importante asesine, por eso, te entrenare lo suficiente, para que seas tan bueno como yo en las armas, como en peleas cuerpo a cuerpo y de ese modo podrás heredar mi fortuna, y largarte tranquilamente a otro país. Finalmente acepte, entrenamos día y noche, hicimos un trato, quedamos en que entrenaríamos fuertemente hasta lograr vencer a mi padre.



Pasaron días y noches enteras de sudor, años, aprendí gran variedad de artes marciales, y adquirí una gran habilidad con las armas, hasta que finalmente se presento el día en que logre derrotarlo a la edad de 25 años, la batalla fue extenuante, mi padre con una sonrisa me mira, y no dudo en abrazarme y felicitarme por lograr la meta. Luego me llevo a una habitación, la cual siempre estuvo cerrada con llave, al entrar, cada pared, estaba con armas, y fotos de mafiosos que años atrás fueron asesinados misteriosamente. En una mesa de roble, sobre ella, estaba un rifle, bien pulido, era realmente hermoso, mi gusto por las armas me fue contagiado por mi padre, él me dijo, este es mi bebe, con el termine mas del 80% de mis misiones, y ahora es tuyo, yo no lo quería aceptar, realmente es una joya, insistió tanto, que lo acepte, es un rifle de precisión ruso, el Dragunov (SVD) con mortíferos proyectiles de 7,62 x 54 mm R y con una mira que puede ser certera hasta los 1000 metros me explico.



En fin, terminamos el festejo en uno de los mejores y caros locales del país, con las chicas más hermosas y los tragos más caros.



Llegando a casa totalmente ebrios, nos encontramos con policías federales arrasando con nuestra casa.



De pronto se nos aproxima una unidad de elite armada hasta los dientes, el comandante de la unidad pregunta por Diego Frenzzy, yo y mi padre totalmente ebrios juramos en no conocerlo, los policías se turnan mas agresivos, por lo que prosiguen a reducir al piso a mi y a mi padre para quitarnos nuestros documentos, luego de identificar a mi padre, a lo lejos se escucha un estallido, un proyectil atraviesa el cuello de mi padre, yo grito desesperadamente por no poder ayudarlo, se desangra completamente, fallece a los 2 minutos, la policía no encuentra al tirador.



Finalmente me llevan detenido, mi pena, es de 1 año por ocultar información sobre mi padre.



Me sentí impotente por la muerte de mi padre, mi mente se fue a la mierda, no pensaba nada mas que en venganza, matar era en lo único que pensaba, cuando cumplí mi condena supe que todo el dinero que mi padre me heredo, fue donado. Para mi solo quedo la casa, nuestra casa no era muy lujosa, era la más común que se puedan imaginar para así no levantar sospechas, en fin, tuve que venderla, y el rifle que bien escondido lo deje, lo lleve conmigo.
Pasaron 2 años, y busque nuevos rumbos, me hablaron de la ciudad de Los Santos, el estado de San Andreas.



Una gran ciudad, de mucha delincuencia y tráfico de armas tanto como de drogas, entonces me dije, este es mi lugar, acá puedo trabajar en lo único que se hacer bien, ASESINAR por un precio justo y ganar la suficiente experiencia, para encontrar a la rata que mato a mi padre.